En la playita de QueenstownA diferencia de la Autopista del Sur de Cortazar, nuestro camino estaba totalmente despejado, casi sin autos, y ya entrada la noche, después de un fuerte abrazo de maori con los pelados Luquitas y Joaquito , la brujula marcaba el sur. Primero fue Rotorua, una de las principales ciudades con historia maori, donde paramos a comer algo para despues seguir camino. Entre el vapor de los geisers y la noche cerrada la ruta se ponia difícil. De todas formas llegamos a Taupo, donde hicimos noche en el auto frente al lago, mucho frio, pero prueba superada. Mi compañera de viaje era Sil, una de esas amigas con las que a pesar de pasar horas y horas juntos, pelearnos, compartir camas, etc, nunca pasa nada, y se termino transformando en psicologa, amiga, compañera, etc, con quien ironicamente tengo el privilegio de ser su unico amigo heterosexual.
Al otro dia llegamos a Wellington, una ciudad muy linda, la mas cultural y nocturna de las ciudades kiwis. De todas formas nuestra primera pasada por Wellington fue efimera. Sil durmio en un hostel, yo tambien, pero de colado. A la madrugada del otro dia, tres de la matina, abordamos el ferry para la Isla Sur. Me gustaria volver al momento en el que preguntamos al que nos hizo la reserva si hacia frio en la cabina y nos dijo que no, que habia calefaccion, flaco!! Donde vivis? En Siberia?!! La cuestion es que después de atravesar el estrecho de Cook durante tres horas, con la fresca hasta los huesos, finalmente llegamos a la Isla Sur, a Picton. De ahi arrancamos para el oeste, hacia Nelson, donde nos esperaba el tercer tripulante, Agus, amigo de la Facu. Mas hacia el este llagamos al Abel Tazman Park. Es una reserva que tiene los paisajes del sur argentino, pero con montanias mas bajas y en vez de lagos playas de arena dorada que dan al mar. Para recorrer el parque hace falta cuatro dias de caminata, nosotros llegamos a las cuatro de la tarde y nos propusimos llegar al primer refugio que quedaba a cuatro horas y media de caminata por el medio de la jungla, obviamente nos agarro la noche, y liderados por una de esas linternitas que compras en el bondi por dos pesos, las que hay que darle cuerda, y un poco ayudados por la luna llena llegamos al refugio, bah, al menos lo que pensabamos que era el refugio. Llegamos a una casita en el medio de la noche, donde nos pusimos comodos, nos tiramos en las camas, empezamos a cocinar, etc, cuando de repente entro una mina con cara de quien catso son ustedes. Resulta que era la casa del guardaparque, la que muy amablemente y muy ortivamente nos invito a retirarnos. Finalmente encontramos el refugio, y al otro dia emprendimos la vuelta, sin percances esta vez.
Abel Tazman ParkNuestra proxima parada era Christchurch, la ciudad mas importante de la isla sur, de todas formas hicimos noche en Kaikoura,
Desayunando en la playa de Kaikoura despues de una noche fria en el autoun pueblo con una playa de piedras volcanicas, muy loco, una ola perfecta, y el ruido a mar mas alto que escuche en mi vida debido a las piedras. Christchurch es la ciudad que te da la pauta de que sin duda Nueva Zelanda es producto del Imperio Britanico, de hecho siguen siendo leales a la reina de Inglaterra. Su arquitectura te hace sentir en Oxford o Cambridge, esa mezcla de gotico con no se que, muy linda, muy cultural y muy jazzera. De hecho en esta ciudad hay una universidad dedicada exclusivamente al jazz, gracias a la cual pudimos ir a unas sesiones de jamming, o sapada en criollo, de primer nivel.
All that Jazz
New Brighton, la playa surfer de la Isla Sur
Queenstown fue el paso siguiente de la vuelta por la isla sur. Ya entrada la noche llegamos a este pueblo que es el mas top de NZ, y el mas caro tambien. Esa noche dormimos los tres en el auto, con tan mala suerte que justo hubo una helada machasa esa noche. Al otro dia nos instalamos en un sotano de una casa donde vivia el hermano de Agus, no era lo mejor del mundo pero por lo menos dormiamos debajo de un techo. Nos quedamos una semana ahi, donde hicimos nuevos amigos, salimos bastante, hicimos bungy jumping y nos deleitamos con los helados de un lugar que se llamaba Patagonia, el duenio era un argento que vio la veta y clavo un
Agus, Sil y yo en el malecon de Queenstown
cafe/heladeria/chocolateria, increible!! Estraniaba el chocolate casero y el dulce de leche. El Bungy Jumping….. que les puedo decir, miren el video que habla por si solo, fueron 134 metros de pura adrenalina, una de las cosas que si o si hay que hacer en la vida!!
Después de dejarlo a Agus, que se quedo a probar suerte ahí, seguimos con Sil rumbo a Dunedin, la “la ciudad universitaria” de NZ, como siempre llegamos de noche y no se como caimos en la casa de unos hippies que se rascaban las bolas todo el dia, y donde habia uno que era como el mesias que para justificar su ostracismo decia que todo se lo proveia Dios y que vivia fuera del sistema. Su trabajo era reflexionar, muy tentador, pero me basto una noche de comerme la predica de “Dios proveerá y vivo en paz con mi organismo y mi alma” para darme cuenta de lo que nunca voy a querer en mi vida. De todas formas debo agradecerles por su hospitalidad. A la maniana siguiente luego de una breve recorrida por la ciudad, la playa y alrededores, con Sil decidimos cruzarnos otra vez para Wellington en la Isla Norte que nos habia encantado a los dos. Asi que después de manejar toda la noche, bordeando el mar con una luna llena gigante y viendo la sombra del romper de las olas al costado de la ruta, llegamos a tomar el ferry de las seis de la maniana en la otra punta de la isla, y de esta manera terminaba nuestra vuelta por la Isla Sur para cruzarnos otra vez a la mas aburguesada Isla Norte.
eeehhh....no se, me gusto la foto, es en Arrowtown, un pueblo de gran poblacion china, aunque sea dificil encontrarlos ya que quedaron bajo los derrumbes de la construccion del ferrocarril a principios de siglo. La historia se repite en todos lados del mundo.
Dunedin, bien al sur, se nota no?